La resiliencia en una persona es la capacidad de adaptarse positivamente frente a la adversidad, el trauma o el estrés significativo, permitiéndole superar las dificultades y salir fortalecido. No significa evitar el dolor, sino atravesar la crisis, gestionar las emociones difíciles y reconstruirse, a menudo encontrando nuevos aprendizajes y un mayor sentido de propósito. Se desarrolla con el tiempo y se beneficia de factores como las relaciones de apoyo, una actitud positiva y habilidades de comunicación y resolución de problemas. En esta infografía os contamos como la recuperación no es una línea recta hacia arriba,Donde hay días malos que no son fracasos.Este viaje es una espiral con altibajos que te van fortaleciendo,donde cada paso pequeño o grande demuestra tu increible resiliencia, donde reconocer que el camino es duro es el primer paso para superarlo. 
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